¡Pedí una hipoteca en yenes por 208.000 euros y llegué a deber 330.000!
Hace doce años se empezaron a escuchar en España y las entidades bancarias las ofrecían como un producto con numerosas ventajas. Las hipotecas multidivisas prometían al cliente pagar menos cada mes. Se trataba de un préstamo a interés variable similar a cualquier otra hipoteca con la diferencia de que la moneda de referencia para su amortización no era el euro, sino otras divisas. Sobre todo se hablaba de yenes japoneses, dos palabras que han quitado el sueño a más de un extremeño.
David Encinas y Noelia Morgado son dos de ellos. Compraron hace 15 años la vivienda en la que residen actualmente, un piso de unos 115 metros cuadrados en la zona del Rodeo, en Cáceres. Él es policía local y ella enfermera. Ambos son funcionarios y sus sueldos son más que suficientes para afrontar una hipoteca de unos 700 euros al mes.
Este matrimonio contrató un préstamo hipotecario variable con Bankinterque estaba referenciado al euríbor, el índice por el que se rigen la mayor parte de las hipotecas en España. La suya ascendía a unos 220.000 euros y el plazo para pagar la deuda era de 35 años. Hasta ahí, todo normal, la historia de miles de parejas que hacen la inversión más importante de sus vidas, su casa.
Los problemas llegaron en 2007, cuando empezaron a subir los tipos de interés. En 2008 marcaron su mayor nivel de la historia y en julio de aquel año, el euríbor alcanzó el 5,393%. Eso afectó a muchos de los que tenían hipotecas variables, que vieron como su cuota mensual se incrementaba considerablemente.
«En nuestro caso pasamos de pagar unos 700 euros a 1.100 al mes», recuerda David. Fue entonces cuando el banco le ofreció «un producto más ventajoso». Asegura que con esas palabras la entidad le vendió lo que se conoce como hipoteca multidivisa.
De ese modo se olvidaban de un euríbor que no paraba de subir. El índice sobre el que se aplicaba el diferencial para determinar el tipo de interés era el Libor (London Interbank Offerd Rate) y en esos momentos era más bajo.
«Nos dijeron que se pagaba bastante menos en la cuota porque lo que había que hacer era la conversión de la moneda nuestra a yenes. Lo único que pasaba es que todos los meses iba a variar nuestra cuota, pero aún así íbamos a pagar menos», explica David. «Incluso el director del banco me dijo que él mismo y algún familiar iban a formalizar esa hipoteca», añade.
El préstamo que les concedieron ascendía a 208.000 euros. «Al principio volvimos a pagar 750 euros, porque el valor de nuestra moneda era mayor que el de los yenes. Sin embargo, la crisis económica hizo que se depreciara el euro y cada vez la cuota mensual era más alta. Además, la cantidad total de la deuda se convertía en yenes, por tanto debíamos mucho más. Ha habido momentos en los que hemos llegado a deber hasta 330.000 euros», lamenta.
«Pago todos los meses mi hipoteca y aún así tengo miedo a perder mi casa. Esa incertidumbre no va a desaparecer hasta que no haya una sentencia firme. Nunca nos dijeron que era un producto de riesgo», reconoce David, que en 2017 acudió a un despacho de abogados ante el miedo de perder su vivienda por no poder hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca.
Batalla judicial
En febrero de 2018 el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Cáceres dio la razón a David y Noelia. Determinó que era abusiva la cláusula de la hipoteca multidivisa y falló que se volviera a la situación en la que el préstamo estaba calculado en euros. La entidad bancaria ha recurrido a la Audiencia Provincial de Cáceres y están a la espera de la sentencia.
En 2018 ese órgano judicial ya declaró la nulidad de una hipoteca multidivisa que firmó Bankinter con un cliente. Era la primera sentencia que dictaba un órgano superior en la capital cacereña. El juez de la Audiencia consideró que las cláusulas eran «abusivas» y que «no se informó del riesgo». Por eso obligó al banco a recalcular el cuadro de amortización del préstamo, rebajar la deuda y devolver a los clientes los intereses que habían pagado de más, según explica Marco Antonio Tobías, abogado del despacho Pita & Broncano.
Este producto lo comercializaron algunos bancos durante los inicios de la crisis, en 2007 y 2008
Tobías asegura que la mayoría de este tipo de hipotecas se comercializaron en Extremadura durante los años 2007 y 2008, aunque ya existían antes. «En ese momento era cuando al banco le interesaba ponerlas en el mercado y dejaron de hacerlo durante la crisis financiera», indica.
Bankinter fue la entidad más activa, aunque también hay hipotecas multidivisas en el mercado de Barclays España (ahora CaixaBank), Catalunya Caixa (ahora BBVA) o Banco Popular (ahora Santander).
Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca Multidivisa, en España se calcula que hay unos 60.000 perjudicados. «Solo en la provincia de Cáceres hay un centenar y la cifra en la región puede superar los 200», estima Tobías, que lleva unos 50 casos. Sin embargo, matiza que «muchos de los afectados no deciden denunciar en los juzgados».
Precisamente eso es lo que destacan fuentes judiciales, que apuntan a que en 2018 las denuncias relacionadas con hipotecas multidivisas en esta comunidad autónoma no superaron la docena.
En el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura aclaran que el Consejo General del poder Judicial no dispone de estadísticas que se centren exclusivamente en este producto bancario. Sin embargo, sí contabilizan de manera general las cláusulas abusivas relacionadas con contratos bancarios. En 2018 en los juzgados extremeños ingresaron 13.207 asuntos que se refieren a cláusulas suelo, vencimiento anticipado, intereses moratorios, gastos de formalización e hipotecas multidivisa, entre otros. De todos ellos resolvieron un total de 4.395.
Fuente: www.hoy.es
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